Pálido empate en el duelo entre los jujeños

En un cotejo donde se vio poco fútbol y que dejó sinsabores no sólo en la hinchada sino en el cuerpo técnico, los equipos de Río Grande de La Mendieta y Monterrico San Vicente, terminaron con el marcador en blanco.
Si bien el equipo local, tuvo más dominio de la pelota y generó claras situaciones de gol, le faltó completar a la hora de definir, no tuvo claridad y dejó a la parcialidad con el grito de gol ahogado en la garganta. Para Río Grande, fue un empate con sabor a derrota, por cuanto marró goles prácticamente cantados, y por lo demostrado ayer en el campo de juego, le faltó ser un poco más agresivo adelante y seguramente será en lo que deberá trabajar el técnico Pedro García, armar un equipo mucho más ofensivo y que salga a ganar imponiendo su juego ante un difícil rival.
El local, sabía que sería un partido difícil, con sabor a final, y si bien se ordenó en la defensa, le faltó la puntada final y no pudo vulnerar la valla defendida por Romero. Por su parte el equipo de Monterrico San Vicente, dejó también con un dejo de disconformidad a su técnico Atilio Ferrofino, quien sostuvo que si bien no se perdió de visitante, no se planteó el juego preparado durante la semana, ya que según sus apreciaciones, Monterrico está para jugar mucho mejor. “Si hubiésemos tenido un mejor dominio de la pelota, mostrado un buen juego, y el resultado habría sido un empate, seguramente estaría conforme, pero debo ser objetivo, sincero y decir que no estoy conforme con el rendimiento que tuvieron mis jugadores” dijo Ferrofino.
A Monterrico le faltó juego, en los primeros 45’ no generó nada de fútbol, y ya en la etapa complementaria, mejoró un poco, intento manejar la pelota pero no fue lo que se esperaba.
Ahora, el conductor de los tabacaleros deberá trabajar para brindar tranquilidad al equipo para que juegue mejor y saque un resultado positivo, si quiere seguir en carrera. Pero en la tarde de ayer, el árbitro Gustavo Jerez, también aportó lo suyo y su accionar fue tan pálido como el empate. En un cotejo en el que el juego se detuvo en reiteradas oportunidades, lo correcto sería que el juez adicionara algo, pero antes de los 45’ y como para sacarse un peso de encima, dio el pitazo final.

Fuente El Tribuno