Eso sí, en el arranque pareció otra cosa. Es que Lescano pateó cruzado y pasó cerca. Luego el local respondió con un feroz contragolpe, que León desperdició.
Pero luego los mediocampistas de ambos equipos se plantaron para dar batalla. Orellana sobresalió un poco, pero no alcanzó. Quién sí se las ingenió en medio de este panorama fue el delantero Martín Abraham, quien llegó a préstamo de Gimnasia. El “Turquito” guapeó entre los centrales y su tiro de media vuelta salió alto.
El cronómetro siguió su marcha hasta que el árbitro salteño Osvaldo Echalar decretó el cierre de la etapa.
En el complemento, recién en el minuto 16 apareció Abraham de nuevo en acción en el área, obligando a Carrasco a derribarlo. El propio punta abrió la cuenta a través de un tiro penal.
Parecía injusto porque si bien Monterrico no había hecho mayores méritos, tampoco su rival se había prodigado demasiado. Entonces, cuando Santillán cometió un penal infantil sobre el recién ingresado Mendoza hubo olor a justicia en “La Tablada”. Darío Zampini, desde los 12 pasos, no perdonó.
Después el “tabacalero” se insinuó mejor con un par de aproximaciones, pero no fue suficiente para inclinar la balanza.
El reparto de puntos benefició la visita porque en su debut había goleado. La cara de preocupación se instaló en el “granate”, ya que había perdido en la jornada inicial.
De todas maneras, en el balance final el resultado calzó a la perfección. Ninguno mereció más de lo que se llevó.
Lo saludable para Deportivo Luján fue que la gente respondió a la convocatoria, asistiendo en buen número, hecho que implica no perder dinero en un torneo de elevados costos.
Fuente: El Tribuno de Jujuy
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